sábado, 24 de marzo de 2007

EL MUNDO DE LA VEGA

Pensar e ir a La Vega es simplemente ir a otro mundo...es casi una subcultura... de sacrificio, frutas, verduras, gritos, borrachitos y muchos perritos callejeros..que no es que no tengan dueño, pero viven en la calle...
Cada día sábado que voy a vivir un rato ese mundo es reírme mucho...porque me pongo de igual a igual con los caseros (los que venden)...y en realidad con todos...
Comenzando, llego en mi manzana (mi auto) y me reciben Waldo y Osvaldo, ellos siempre me encuentran un lugar para estacionar, además de lavarlo...pero eso no es todo...la chispa que tienen para las tallas entre ellos y conmigo es a otro nivel...como por ejemplo cuando recién llegué de vacaciones, ellos me contaron que también salieron con sus familias, Waldo me cuenta que Osvaldo se fue 15 días a la playa y llevó una gallina, que la hacía correr varios kilometros para que transpirara y de ahí sacaba el consomé para no matarla....y poder comer..no puedo explicar todo lo que me reí .....
Después vamos a comprar la carne...y también siempre nos atiende el mismo carnicero...con él peleo mucho para que no me de carne con nervios, pero también es un lugar donde trabajan muchos hombres y las tallas van y vienen...además tienen una maldita campana que cuando menos lo esperas la hacen sonar para asustarte...y quedas pegado en el techo....
Luego vamos a la Vega misma donde están las verduras y las frutas..."Ricos y sabrosos los choclos"..."No va a encontrar manzanas más dulces"....tambien las tallas entre locatarios, porque se conocen de toda una vida..ya que los puestos ahí son herencia..pasan de generación en generación..ahí todo es muy familiar...pero uno tiene sus caseros...que te preguntan como estás, como te ha ido en la pega...
Entre todo, te encuentras con muchos gatitos y perritos, alguna niñita que te ofrece parchecuritas y los típicos anticuchos...que dudo sean de carne de vacuno....pero también ves mucha pobreza, porque existen muchos indigentes alcohólicos que viven ahí..duermen en el suelo y se alimentan con la solidaridad de los mismos veguinos..y ellos te piden monedas para "un cortito"...da mucha pena verlos con esa calidad de vida, pero ellos son felices así, sobre todo cuando les das sólo una sonrisa...y le respondes el saludo...o simplemente los dejas tocarte y le agradeces sus bendiciones....
Este es sólo un esbozo de la Vega, los invito a visitarla...hay gente muy especial y muy sana de adentro, que se levanta a las 3 de la mañana para luego ofrecer con su mejor cara y disposición sus verduras y frutas...y siempre encontrarás una sonrisa y una talla de las que tal vez nunca haz escuchado.

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